Se ha hecho público ahora un incidente que tuvo lugar en los años 2007 y 2008, en el cual, unos ciberatacantes al parecer procedentes de China, se hicieron con el control de los satélites estadounidenses Landstat-7 y Terra AM-1 en al menos cuatro ocasiones, los cuales son utilizados para conocer datos del terreno y de su clima, si bien no hicieron uso alguno de ellos, limitándose simplemente a «apoderarse» de ellos. No se puede afirmar que el gobierno chino esté detrás de este suceso.
Ambos satélites, son dirigidos desde la estación noruega de Svalbard y mediante estos ataques, de entre aproximadamente dos y doce minutos de duración, tuvieron acceso también a todos los archivos que estos manejan. Estos datos han salido a la luz mediante un informe de la Comisión de Revisión de Economía y Seguridad entre EEUU y China.