
De esta forma el usuario final quedará libre de tener que pagar por el uso de este codec para visualizar videos en Internet, pero no ocurrirá lo mismo con aquellas compañías que pretendan hacer un uso comercial de esta tecnología, las cuales deberan desembolsar una cantidad de dinero para poder utiilizarla. Sin duda la mejor opción hubiera sido la utilización del formato libre VP8, por el cual la Free Software Foundation apostó claramente instando a Youtube a usarlo de forma predeterminada.
Hay que recordar que el codec H.264 ha salido perdedor en las pruebas de rendimiento, con lo que no es difícil imaginar que su «victoria» se deba principalmente a su amplia utilización y penetración en Internet. Nuevamente el mercado gana sobre la calidad y sobre todo sobre la libertad de uso y modificación de un software.




