Los fallos pueden ser aprovechados por atacantes locales para realizar una escalada de privilegios en el sistema afectado y saltarse las restricciones de seguridad establecidas o causar ataques de denegación de servicio (DoS).
Según informan desde Secunia, los bugs han sido localizados en versiones anteriores a la 1.0.5 por lo que se recomienda actualizar lo antes posible el software a esta nueva versión.