Aquella mañana no aparecía ningún habitante de la riera, una lastima porque sé que estaban ahí y me observaban con sus ojos camuflados de agua, tal vez no estaba yo concentrado y pisaba demasiado en este mundo,
Sonó el móvil, era mi novia que me recordaba que me quería, yo también la quiero ya lo sabe, entre parloteos y cariños se paso la hora bruja, con tanto mimo me sentí como un niño, enfadado con las piedras pensé que si no se manifestaban yo las obligaría,
Sonó de nuevo el móvil, en la riera solo hay cobertura para ella y mientras me repetía que me quería empecé a montar una dentadura, no creáis que es poco romántico, no, sus dientes ayyy sus dientes cuando asoman entre sus labios,, bueno eso es otra historia que algún día os relataré…
Metí la mano en el bolsillo y saque una piedra blanca con cara de buena persona, se parecía a mí, eso me pareció…..la puse en el agua y le hice un cuerpo redondo y duro,, no recuerdo que hacia en mi bolsillo, me gusto encontrarla……
Con las botas en el agua llamé con el móvil a mi querida novia, me cuesta estar lejos de ella,, mientras hablábamos del tiempo pensé que me gustaría rascarle la espalda y lo que se terciara,, construí un demoniete con boca de palo y ojos desorbitados……
Me fui para casa pensando en mi novia y ahí quedaron los tres personajes…blandito piedra en el agua…….
Alguien hablará con ellos cuando los encuentre en la riera…alguien que se sienta niño y no quiera convertirlos de nuevo en piedra.
dedicadas a mi novia , esta claro.