Otra vez a la ola va mi verso.
No puedo dejar mil veces mil, mil veces, ola,
de cantarte, oh novia fugitiva del océano,
delgada venus verde levantas tu campana
y en lo alto derribas azucenas.
Oh lámina incesante sacudida por la soledad del viento,
erigida como una estatua transparente
mil veces mil cristalizada, cristalina,
y luego toda la sal al suelo:
el movimiento se convierte en espuma
y de la espuma el mar se reconstruye
y de nuevo resurge la turgencia.
Ola, ola, ola, mil veces mil vencida,
mil veces mil erecta y derramada:
viva la ola,
mil veces siempreviva la ola.
(Pablo Neruda)
