Aquel abrigo marrón, el viejo vendedor de rosquillas
Apostado en la entrada al Palacio Topkapi de Estambul este viejo vendedor se movía de un lado a otro para captar a la gente.
Donde había un grupo allí se iba el con su puesto, como si de una oficina ambulante se tratase.
Capaz de mover todo el tenderete sin caérsele una sola rosquilla, hubo dudas razonables al verle en rápida aptitud que sospechamos que las llevaba pegadas o con alfileres jaja.
Sea como fuere aquel vendedor siguió con su actividad, en nuestro penúltimo dia de estancia en Turquía y me imagino que lo seguirá haciendo durante largo tiempo.
Un homenaje a todas aquellas personas que se ganan la vida honradamente con sus puestos callejeros en cualquier parte del mundo a pesar de todas la inclemencias del tiempo.
Ah por cierto el no se percato de la foto, pero al final vio recompensado su trabajo al llevarnos un par de ellas para matar el gusanillo antes de comer.
Espero os guste, un cordial saludo a tod@s.
Aquel abrigo marrón, el viejo vendedor de rosquillas (Estambul)

Aquel abrigo marrón, el viejo vendedor de rosquillas (Estambul)
