La transferencia de una página web implica algo más que un simple traspaso de datos o de claves.
Normalmente una persona que tiene una web como particular no va a cambiar de Webmaster ya que normalmente él es el Webmaster, a lo sumo tendrá a alguien colaborando a quien le facilitará determinadas claves para acceder al sistema, y si es lo suficientemente precavido lo hará de tal modo que él tenga una claves superiores que impidan que pueda perder el control de su sitio en un momento determinado.
En el supuesto de que un particular decida vender su web lo que debería de hacer y lo lógico es hacer un traspado del dominio al nombre del nuevo propietario y le facilitará una copia de la página que pueda subir a un nuevo alojamiento, incluso siendo posible podría traspasarle la cuenta de alojamiento ya contratada tras contactar con el vendedor de alojamiento, al cual informaría de la persona que se va a hacer cargo de la cuenta, el nuevo método de pago, etc, datos que el vendedor de alojamiento deberá contrastar con el nuevo cliente, demasiado rollo, mucho más fácil y práctico facilitar la copia de la web y contratar alojamiento nuevo.
En el caso de una empresa, ellos son los que tienen las claves, si despiden al webmaster y contratan a uno nuevo simplemente le facilitarían las claves oportunas para que pudiese trabajar con la web, además la lógica empresarial dice que en el momento anterior al despido cambiarán las claves para evitar disgustos inesperados de última hora.
El caso del compañero Willy no es aquiparable a ningún otro, ya que por desgracia solo existe una parte para el tema del traspaso, con la gran suerte de que él es el dueño del dominio y siendo así recuperará el control total sobre su web de una manera u otra, ya que si no fuese el dueño del dominio tendría que esperar a que este caducase, comprarlo y buscarse el alojamiento para subir una copia del sitio que hubiese hecho previamente o reinstalar desde cero.