Me encantan las fachadas, creo que en muchas ocasiones muestran el caracter de una ciudad, son como la cara de una población, son los espejos de su alma. No conozco Lisboa (auque tengo ganas) pero con tus fachadas me la imagino, casi puedo olerla, sentir el griterio de sus gentes, han de gritar, esos balcones están hechos para gente gritadora, notar en los huesos la humedad, ha de ser humeda, sun ventanas buscan el sol. Por supuesto, los cables ni se te ocurra clonarlos, son parte del sabor.
Me has hecho recordar dos fotos de Madrid que tenía olvidadas y que hice con ese espiritu, te las dedico.