Pues así es. Os cuento.
Hace bastantes años, siendo yo un niño, en una zona conocida como la Campa de Torres, hubo un suceso de aquellos que te llegan y te conmocionan tanto más que ahora. Tal vez porque en el año '78 (creo que fué por esas fechas) no había tantas noticias trágicas digamos, cercanas.
Resulta que dos hermanos pequeños, más o menos de mi edad por aquellas fechas, se fueron a este sitio que es un cabo con un impresionante acantilado, aquí en Gijón, y tuvieron la ignorante osadía de bajar a bañarse. El resultado fué que el más jóven lo llevó la mar y el mayor, al tirarse a por él, sufrió las mismas consecuencias.
Aquel mismo año, en la parte alta del acantilado, pusieron dos cruces en memoria de los dos hermanos. El otro día, después de muchos años, volví al sitio de las cruces y allí seguían. Solo faltaban las placas que las acompañaban y que jamás se me olvidará lo que decían y era esto:
"Amaba el mar y el mar me llevó" y la otra
"La compañía de mi hermano me era necesaria y por eso le seguí".Esto es un recuerdo de aquello.
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