Si te fijas están ahí….en el agua, en tu interior…los reconoces cuando quieres verlos y son un reflejo propio, del espíritu, del alma….si quieres

Muchas veces traen suerte o por lo menos alegrías…otras veces muerden en el culo, fuerte, muy fuerte, dibujando el tatuaje de la vida……en otras ocasiones no quieren aparecer, estás por otras cosas y piensas ,convencido, que solo hay piedras a tu paso.

Los demonios y los duendes también se crean, cualquier día es bueno, a la orilla de la riera distribuyes sus rasgos y ellos mismos los convierten en alegría…o en miedos....ellos deciden sin contar contigo.
Puse aquel duende en el río, salio de los simpáticos, un duende listo, vio muchas cosas, sabe cosas que nadie nunca sabrá, fue testigo de siete días…se quedo en el agua , con miedo a convertirse en piedra.
