Karlo Vivary (República Checa)
Pese que a Praga, es sin duda la ciudad más bonita de la República Checa, hay otras ciudades de indudable belleza y encanto. Una de ellas es Karlo Vivary (El baño de Carlos), está situada a 112 Km. al oeste de Praga, muy cerca de la frontera alemana.
Desde su fundación en el siglo XIV, época en que recibiera los fueros reales de ciudad medieval, el balneario de Karlo Vivary ha sido lugar de cita de grandes personalidades de la cultura y la política mundiales.
Ya desde entonces muchos han acudido al lugar, en medio de colinas y bosques de inigualable belleza, en busca de salud, descanso, e incluso entretenimiento. Y nosotros ahora también nos dirigiremos al lugar en busca de un poco de todo eso y más, pues Karlo Vivary también abunda en monumentos, y no hay rincón de la ciudad que no transpire cultura y belleza.
Al parecer, los efectos curativos de las aguas minerales locales se conocían ya desde tiempos remotos, pero no es hasta la segunda mitad del siglo XIV que surge la primera población, gracias al rey de Bohemia y emperador romano-germánico, Carlos IV.
Según reza la leyenda, Carlos IV se encontraba de caza por aquella zona, donde tenía vastos cotos, y junto con la jauría y el séquito perseguía un ciervo. El animal, en su intento por escapar de sus perseguidores salta desde lo alto de un promontorio rocoso, cayendo en las termas que brotaban abajo, en el valle, donde quedó escaldado. Así que fue por pura casualidad, que el soberano checo descubrió la fuente de agua mineral, este hecho ocurrido hace más de 6OO años.
En el siglo XVI el Reino de Bohemia, carente de mar, con gran dificultad lograba importar sal de cocina. Por ello, y conociendo de la salinidad de las aguas termales de Karlo Vivary, el entonces soberano de Bohemia, Fernando I de Habsburgo (hermano de Carlos I de España y V de Alemania) solicitó al famoso médico e investigador Payer el estudio de las aguas para comprobar si contenían o no el necesitado cloruro de sodio.
Payer llegó a la conclusión de que contenían muchos minerales, pero no la ansiada sal de cocina, pero descubrió también que por la composición de los minerales, en Karlo Vivary existían 12 tipos de aguas termales diferentes, que brotaban desde los 3 mil metros por debajo de la superficie de la tierra, logrando hasta los 10 metros por encima, con temperaturas de 30 hasta 72 grados centígrados.
Posteriormente, con los avances de la ciencia y la tecnología, se pudo comprobar que las aguas del famoso balneario checo contribuían a la curación de los trastornos del aparato digestivo, de muchos problemas hepáticos, inmunológicos, y enfermedades de la piel.
En la segunda mitad del siglo XIX Karlo Vivary era el balneario de moda de toda Europa, en donde destacados representantes de la cultura mundial, tales como los poetas Goethe y Schiller, y los músicos Beethoven, Paganini, Chopin, Liszt, Cajkovsky, Dvorák, Mozart, y muchos otros se sometieron al tratamiento de sus aguas, o escogieron el lugar como fuente de inspiración. De que Karlo Vivary llegó a ser el balneario preferido de la nobleza europea documentan las numerosas estancias en el lugar de la emperatriz María Teresa de Austria, del Zar ruso Pedro el Grande, y hasta el diplomático austríaco, el príncipe Metternich.
La balneoterapia utilizada, consistente ante todo en la ingestión de las aguas minerales y la aplicación de baños, tiene efectos muy buenos en el tratamiento de las enfermedades de los sistemas digestivo y motriz, y del hígado. De las 12 fuentes que brotan en la ciudad, la más famosa es la denominada Vrídlo, cuyas aguas alcanzan los 72 grados centígrados. Todas ellas son ricas en sales minerales y por eso son aprovechadas también en la fabricación de dentífricos, jabones medicinales, y sales de baño.
Como bien decía Joaquín en el post de mi postal navideña (
http://www.daboweb.com/foros/index.php/topic,28954.0.html) es una ciudad muy bella de visitar, con un pequeño río que la cruza de lado a lado y que en épocas como en la que yo la pude visitar la dan un aire aun mas majestuoso, llena de hoteles de lujo que ofrecen sus servicios como balnearios y plagado de lujosas tiendas y hermosos cafés donde uno puede perder horas y horas con el simple deleite de la decoración de cada uno.
Es una ciudad al menos en teoría libre de humos, justo a la misma entrada hay un cartel donde se prohíbe fumar en todo el área que ocupa (hay foto de ello para los NO creyentes).
Esta plagada de innumerosas fuentes, en algunas salen vapores y en otras los colores de los sedimentos son visibles por su desagüe al río.
Un ciudad de cuento que si tenéis oportunidad no debéis perdedor en vuestra visita a la República Checa.
Karlo Vivary (República Checa) (1)

Karlo Vivary (República Checa) (2)

Karlo Vivary (República Checa) (3)
