Pasando unos días en la montaña nos encontramos un perro que llevaba una semana perdido. El pobre estaba muerto de hambre, así que le dimos de comer y ya no se separó de nosotros en todo el fin de semana. Era un encanto de perro, cariñoso y juguetón.. No sé cómo pude hacerle la foto ya que no paraba quieto ni un instante. Afortunadamente el dueño tuvo la precaución de grabar un número de teléfono en el collar y al día siguiente pudo recogerlo... aunque si soy sincera no me habría importado no poder localizarlo para poder quedarme con él... ains...
La foto está escaneada y ha perdido muchísima calidad. Lo cierto es que mi escaner ya es viejito (y al ritmo que avanza la tecnología puede decirse que es casi prehistórico), y ya por entonces era de lo peorcito que había en el mercado (lo había comprado para escanear textos porque me salía más rentable y cómodo que ir a la copistería

) Hay que añadirle que él y yo no nos llevamos precisamente bien ¬¬ Así que mientras mi economía no mejore tendré que conformarme con mostraros las fotos de esta manera

No me he atrevido a tocar nada con el Photoshop, porque lo único que haría sería empeorarla, así que ésto es lo que hay... Ojalá pudieseis ver la original, es muy bonita...
