Me ha gustado tu historia, y la foto me ha convencido. Me gustan este tipo de fotos tan surrealistas, conceptuales o como se les denominen. Nunca me he atrevido, pero es algo que tengo pendiente.
Creo conocer algo más de tu historia... tu hombre se llama Manolo, de unos 56 años, jubilado desde hace 24 debido a una enfermedad mental degenerativa que no recuerdo como se llamaba, que provoca que no memorice correctamente, que pierda los recuerdos aleatoriamente y solo de vez en cuando, recordando hoy lo que ayer no sabía. Ademas de agudos y frecuentes dolores de cabeza casi a diario.
Vive solo, ya que nunca ha estado casado ni ha querido convivir con algunas de las mujeres que antaño dejó que se acercaran, en sus mejores tiempos. Es muy desordenado, por lo que cuando tiende la ropa, sólo cuando ya no le queda nada de ropa limpia que ponerse y ha utilizado alguna prenda que ya tenia pendiente de lavar otra vez, pues recoge la ropa limpia y la va amontonando en la cama, que es la única que hay en la casa. Es grande, porque es la que heredó de su querida madre, una cama burguesa con unas patas que intentan imitar las garras de algun animal que desconoce. Amontona la ropa en el costado izquierdo de la cama y cuando necesita cambiarse ahí acude. Tampoco tiene grandes armarios, y como su pension sólo le permite ese apartamento pequeño, no sabe como o donde guardar las cosas.
Hay que reseñar que muchas veces por la calle, si encuentra tirado en los contenedores o en algun banco del parque algun objeto que le llame la atencion, o en un bar descuidado, lo suele recoger y llevarselo a su casa. Ese mismo día habia encontrado en el parque una ranita de plastico, que al apretarla hacía un sonido que le divertía. Esa noche, después de cenar fué a limpiarse los dientes, y cuando iba a acostarse, cuando iba a despojarse del batín que utilizaba para ir por casa, se acordó que hacían por la tele aquella pelicula que recordaba tan dulcemente... en la que Marilyn Monroe vuelve loco a su vecino del piso de abajo, un hombre casado que se queda varios dias en su casa sin su mujer y su hijo. No lograba recordar el titulo de la pelicula pero por su cabeza no le pasaba nada mas que la ilusión de ir a verla, así que dejo caer su dentadura postiza sobre la cama y fue corriendo a la cocina a ver la tele. Cuando volvió a la cama, cansado y afectado por las pastillas que le recetaban, se encontró aquella dentadura desconocida en la cama, se imaginó la silueta de una mujer en la cama donde descansaba la ropa que hacia trece años iba amontonando, junto a él, que nada tenía que ver con la exotica belleza de Marilyn, y recordando como el aire del metro le hacía mover la falda, seduciendo al hombre casado... se durmió.
Al despertar no estaba su mujer, ni sus hijos, y la dentadura estaba dentro de un vaso con agua, en la mesilla de noche. Se levantó e inmediatamente después se fué a ver a su viejo hermano Andrés... un dentista jubilado con el que iba cada miercoles a jugar a ajedrez.
¿No es así Jaleo? Espero que no te moleste... :wink: